Guillermo del Toro en estado puro. Gótico hasta la saciedad. Se pierde en los detalles. Millones de detalles. Ya ocurrió con «El laberinto del Fauno». Esta película es argumentalmente sencilla y con una imagen y estética cuidada hasta rozar la enfermedad.

Me molesta cuando un trailer «promete» algo que luego no encuentras. En este caso la maldita arcilla colorada te hace entender que la película está llena de sangre. Y no es que hayamos ido a verla por lo gore, pero sí que pueda dar a pensar que te generará susto constante.

Nada, algún susto evidente y facilón junto a un argumento simple hacen que no recomendemos para nada esta película. Bueno, a menos que te guste la pintura como arte. En ese caso tu vista disfrutará hasta la saciedad. Detalles, detalles y más detalles.

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