Una de aquellas películas que, por desgracia, pasa desapercibida. Una genialidad en medio de la nueva cultura del remake, los cruces de superhéroes y la búsqueda de documentales que camuflan películas. Todo está bien, cierto, pero a veces se olvidan que vamos al cine para cosas como éstas. Inmersión en la historia. Que te preguntes constantemente qué pasará. Que tengas ganas de más. Y esta película lo consigue como hacía tiempo no veía.

El guión comienza de una formta rotunda. Una accidente en una carretera en medio de la noche y la conductora aparece atada en un búnker desconocido. A partir de aquí la historia es brutal. No os puedo contar más pero tengo unas ganitas…… 😉

Pasado el 90% de la película hay un giro repentino que acelera la historia y, desde mi punto de vista, acaba de una forma que evita una clasificación de 10- No obstante, no es absurdo el final, solamente que, por mi inmersión en la película, hubiera preferido otro.

No la encontraréis fácilmente ya en el cine por el éxito que ha tenido. Si por casualidad tenéis oportunidad, mejor no os la perdáis.

Tanto Goodman como Winstead están asombrosos. Goodman en especial.

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