Una de esas películas del que no esperas nada. No tienes muy claro el argumento y por eso, vas con mente abierta.
La idea es genial. Una especie de caricatura de lo que son las redes sociales y del control que pueden ejercer sobre nosotros con toda la información que les entregamos cada día y de forma voluntaria.
La película, en general, está bien, pero da la sensación que han sido poco mordaces. Podían haber sido más críticos con estos sistemas de recaudación de información y te quedas un poco con ganas de más.
Hubiera necesitado sacarle más punta. Eso sí, me ha gustado la forma en que resuelven el final.