Parece mentira que, en un periodo tan corto de tiempo, se hayan publicado dos películas con semejanzas tan grandes: los entresijos de la política en EEUU.

Si hace pocas semanas asistimos al estreno de «El vicio del poder» (conocida internacionalmente como «Vice»), esta semana pasada pudimos ver esta película. Si con «Vice» confirmamos que, como supongo que en cualquier país, la política está impregnada de los instintos más básicos y desagradables del ser humano, en éste, la continuidad en las sensaciones se confirman.

Es una película algo más básica que «Vice», el personaje principal es menos creíble que el interpretado por magnífico Christian Bale, y el guión menos sórdido. Básicamente explica cuán conservadora es la sociedad de EEUU y como la hipocresía es el concepto básico en su política (y en cualquier parte del mundo)

Una película algo floja, sin sorpresas y con un estilo muy plano.

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