Tanto se han puesto de moda esta nueva forma de entretenimiento, que alguien del mundo del 7º arte, ha decidido sacar una película de ellas.
Si no has entrado nunca en una Escape Room, decir, como dato, que en ciertos momentos se siente cierta angustia cuando ves que no puedes avanzar encontrando pistas para poder salir. Pues bien, hay que reconocer que esta sensación se refleja, multiplicado por 100.000, en la película.
Un punto exagerada en su guión e, incluso, poco creíble. Pero lo de que te genera ansiedad, lo consigue a la perfección.
Es una película que puedes perderte sin problemas. Como anécdota, decir que, cuando acaba, te vienen reminiscencias de un estreno reciente, Eliminado: Dark Web.
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