Una pretenciosa comedia dramática que no consigue llegar al corazón como, parece, que querían.
Y no sé decir si es porque el guión es pobre, si las actuaciones no están a la altura o si los personajes tiene poco perfil. No sé, pero no convence.
No es que tenga el corazón de piedra, pero no permitiré que, por el simple uso de un actor con síndrome de Down, tengamos que caer rendidos a sus pies. No.
Pido que la realización consiga envolverme en un sentimentalismo no condescendiente y este película te pide eso en cada escena. No compro.
Existen pocas opciones en cartelera por el problema de la pandemia, pero alguna encontrarás que sea mejor opción que esta película. Sé que no es fácil porque están estrenando películas de poco peso, pero algo encontrarás seguro.
No os dejéis llevar por el sentimentalismo.
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