Pocas, o ninguna, ocasión en las que he visto cine mejicano. Y ha sido una grata sorpresa.

La historia se basa en una distopía anárquica situada en México. Una visión que, aunque pueda parecer demasiado irreal, creo que podría representar el caldo de cultivo de la sociedad actual en la que el hartazgo por las injusticias que se están produciendo están alterando de forma inusual a una gran parte de la sociedad.

La gran aportación de esta película es la visión que da del problema. Algo que no puedes ver hasta el final, y eso la hace emocionante.

Sorprende y te sorprenderá. Incluso si hiciera algún spoiler, acabaría sorprendiéndote 😉 Pero no lo haré.

Hay algo que se remueve en tu interior cuando completas la película. Creo que es algo que está provocado inteligentemente y que hay que agradecerle al realizador su estrategia. Y da miedo pensar en las conclusiones que sacas.

Entra en la sala y disfruta sin expectativas. Poco a poco.

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