¿Un musical? Nah! Qué va! ¿Por qué íbamos a ir? Porque nuestra misión es ir a ver todo lo que podamos y hacer una crítica breve y mundana.
Y menos mal que hemos ido! Una película que me ha impactado. Según la estás viendo coges conciencia de que estás viendo un clásico. Algo que, en el futuro, será objetivo de grandes alabanzas. Jamás, y vuelvo a decir, jamás me hubiera imaginado que un musical me impactara tanto. Me descubría a mí mismo en el cine con una sonrisa estúpida en la cara en medio de la película.
Tierna, divertida, una música SUBLIME, una interpretación rozando la perfección y una ejecución técnica que debería estudiarse en las escuelas y universidades dedicadas a la cinematografía. La estás viendo y piensas «de aquí a 30-40 años hablaremos de esta película como hablamos hoy de «West Side Story» o «Siete novias para siete hermanos». Y soy consciente que me dejo por en medio «Grease» o «Fiebre del sábado noche» pero es que esta película las sobrepasa por mucho.
Siendo un musical, esperas que el hilo conductor de la historia, lo que entreteje el guión, la música, valga la pena. Y no es que valga la pena, es que pasará a formar parte de tu experiencia vital musical. Y no exagero.
Solo puedo decir que salí de la sala al acabar siendo mejor persona. Son ese tipo de historias que te transmiten «cosas». No sabes qué es, pero que te erizan la piel al pensar en ella.
Si no le dan un buen puñado de Oscars, me borro de esto de la pasión por el cine. Ahí lo dejo 😉
IMPRESCINDIBLE. Solo te serviría de excusa para no ir a verla, que haya fallecido algún familiar cercano. Si no ha ocurrido (desde aquí deseamos que sea así), ya puedes ir sacando las entradas.
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