Un nuevo personaje que Disney/Marvel se saca de la chistera para aumentar más si cabe, las arcas de la productora. Y gente como yo marchamos como legión a verla.

Lo que recibes es lo que esperas en esta «gama» de superhéroes secundarios: un guión que estira como el chicle una historia simple. Eso sí, con lo más florido de la tecnología en animación para que el envoltorio te haga olvidar lo pobre del guión.

Escenas muy curradas técnicamente que te harán gozar del momento. Compensadas torpemente por momentos más románticos de esos que las productoras norteamericanas le gusta poner con pianos sutiles y banderas de USA. Predecible.

Lo peor, esa especie de transformación en «super-guerrero» de «Bola de dragón» que realiza la capitana.

Lo mejor, el mini-homenaje que hacen al principio a Stan Lee.

Si quieres pasar un rato entretenido con palomitas, es tu película. Si esperas encontrar parte de la madeja de las historias de superhéroes de Marvel, olvídate.

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