Empalagosísima.
Mal interpretada.
Mal guionizada
Mal realizada (algunos cambios de plano con fundidos a negros horribles)
Hay alternativas mejores para ir al cine. Incluso no ir es mejor alternativa.
Se me ocurre mejor título que el que le pusieron: «Salir del cine» mientras podías.
Y me da lo mismo que fuera el último trabajo de Rosa María Sardá (que, por cierto, es de lo más decente que hay).
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Comentario previo: ¡Qué manía traducir los títulos de las películas! ¡Déjenlos como decide la productora! ¡Leches ya!
Ahora vamos a la opinión.
Poco que decir sobre una película sensiblera. El escenario cambia y parece razonable tratar el tema en una película, pero el fondo es el mismo que cualquier melodrama.
Explica la historia de las mujeres de los militares que viven en residencias militares y de cómo intentan luchar contra la preocupación de que sus maridos vayan a la guerra de la forma más entretenida que se les ocurre.
Una historia más, con un escenario diferente, vale.
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Segunda incursión al cine post-Covid19. Segundo mal sabor de boca. Cachis!
Gary Oldman! Jolín! Una garantía, ¿no? Pues no 🙁
Historias en barcos en alta mar ya se han hecho. Quizás más en estilo thriller que no terror, pero igual es que no daba para mucho el hacerlo.
Tengo que confesar que las películas que hacen narrativas con saltos en el tiempo no acaban de convencerme. Menos aun si al principio, ya te cuentan el final. Es como un spoiler, pero legal. Mal.
Si no cuento nada, ya habrá hecho spoilers. Ya no me atrevo a explicar el mínimo detalle aunque mucho me temo que te va a dar lo mismo si desvelo el guión completo 😛
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